A continuación, algunos fragmentos de su libro Coaching con NLP:

Capítulo 2. La Felicidad. «El coaching es un juego de altas apuestas. La felicidad. La gente viene en busca de coaching 

porque quieren, o ser feliceso, si lo son, serlo aún más. Quieren una vida satisfactoria, llena de 

buenas experiencias. Quieren buenas relaciones, un trabajo con el que disfrutar y del que se sientan orgullosos, en el que puedan desarrollar su talento y con el que puedan ganar dinero. Quieren tener la capacidad de experimentar los placeres de la vida al máximo. Quieren ver que sus sueños se hacen realidad y sentir que están viviendo sus valores al máximo. Desean ser querido por muchos, amados por unos pocos, y respetado por todos.
El Business Coaching juega con apuestas igual de altas, esto es, la propia supervivencia del negocio. Cuando el negocio es viable, para que prospere y se desarrolle con éxito, la gente necesita ser feliz en su trabajo y buena en lo que hace. Un negocio próspero es rentable, es bueno para trabajar en él, alcanza sus objetivos y opera de acuerdo a sus valores fundamentales. Es respetado en el mercado.
Todo el mundo quiere ser feliz, pero la felicidad no es una receta que se puede conseguir a través de un fármaco. La felicidad es una abstracción. Usted puede ser feliz, pero esto no es algo que se posea. Todo el mundo tiene una idea diferente de lo que le haría feliz. Tiene diferentes objetivos, diferentes valores, e incluso si tienen los mismos valores, lo que creen que va a cumplir con esos valores puede variar enormemente de una persona a persona. Un coach no puede saber de antemano lo que hará feliz a su cliente. A veces, ni siquiera su cliente lo sabe bien.
La mayoría de las personas sienten que tienen derecho a ser felices. Hay un interesante estudio que sugiere que cerca de dos tercios de nosotros no sabemos cómo ser felices. En 1957 se llevó a cabo un proyecto de investigación en los Estados Unidos, en el que se preguntó a un gran número de personas si estaban contentos con lo que tenían en la vida. Alrededor de un tercero contestó que sí, que lo eran. En 1992, cuando el mismo estudio se repitió, el mismo porcentaje dijo que sí, a pesar de que el nivel de vida había aumentado considerablemente. ¿Qué significa esto? Esto significa que aproximadamente un tercio de la gente sabe cuál es el secreto para ser feliz – que viene desde el interior. No depende de lo que tienes, sino de lo que eres y de lo que experimentas. Viene de conseguir lo que desea, no de tener lo que tienes.
Mucha gente piensa en perseguir la felicidad. Piensan que cuando consigan la siguiente cosa, sentimiento o persona, entonces serán felices. Se trata de un espejismo. El mismo idioma traiciona esa idea. Si persigues la felicidad, ya la has colocado delante de ti. Mientras sigas persiguiéndola, ella se quedará tentadoramente fuera de su alcance. No se puede perseguir algo que ya se tiene. Sólo se puede ser feliz ahora mismo. Muchas personas piensan que ser feliz es ser egoísta, que hay mucho que recorrer y que si son felices, inevitablemente alguien tendrá que pagar. Un coach les hará pensar:  ¿cuándo son más amables y generosos? ¿cuándo son felices y cuándo infelices? Tal vez ser feliz es bueno para todos. La única felicidad con la que se puede lidiar es con la de uno mismo.  La felicidad está en las pequeñas cosas de la vida, esa serie de pequeñas decisiones que a cada uno le hacen ser más feliz. La felicidad está en los detalles cotidianos de la vida.»