Y si un día desaparecieras… definitivamente.
Y si allá donde fueras cuando eso ocurriese, en ese lugar, espacio, estado, probabilidad, realidad alternativa, tiempo o lo que sea, te dieran la oportunidad de volver de nuevo al mundo si respondieses a una pregunta, una sola pregunta, ¿sabrías responderla?
La pregunta es esta:
¿Quién vas a elegir ser esta vez?
¿En quién te gustaría convertirte?
¿Tienes clara tu respuesta?
Si no lo sabes, te invito a que te tomes un tiempo ahora para averiguarlo, coge un papel y un lápiz y no te levantes hasta tenerlo claro.
No siempre es fácil atreverte a soñar con esa persona que vive escondida dentro de ti, dónde se mueve, a qué se dedica, qué aspecto tiene, cuánto pesa, cómo viste, cómo habla, cómo actúa, cómo se comporta, qué capacidades y habilidades tiene, qué piensa sobre los demás, sobre el o del mundo y sobre sí misma, cuáles son sus valores y cómo los vive, quién es como profesional, como padre, como hijo, como pareja, qué quiere dejar al mundo, qué sentido tiene su vida…
Cuando ya lo sepas, plantéate esto:
¿Y si ni siquiera hiciera falta que desaparecieras?
¿Y si no existiera otro lugar en el que hacerte esa pregunta más que éste?
¿Y si la pregunta te la hicieras aquí y ahora?
Viktor Frankl decía que “el hombre es el ser que siempre decide lo que es”, la frase no tiene desperdicio, aunque al escucharla o leerla miremos para otro lado y finjamos que no va con nosotros. Como siempre el problema tiene que ver con la responsabilidad, esa palabra que nos da tanto miedo, quizás se trate de la mayor elección de tu vida: Quién quieres ser y qué quieres hacer de tu vida.
En cualquier vida puede haber momentos en los que estaría bien poder darle al botón y empezar una nueva partida, ¿no te parece?.
Tengo una buena noticia:
Hoy puedes empezar de nuevo, es más, debes empezar de nuevo si no te gusta lo que ves cuando te miras al espejo.
Hoy puedes empezar a comportarte como esa persona que siempre has querido ser y que esperaba sentada en las sombras.
Sal a la calle.
Entra en el juego, en el que de verdad cuenta.
Deja de entrenar y de ensayar escondido.
Sal a brillar ya.
Ahora es tu momento.
No esperes más.
Recuerda que mientras esperas y te preparas el reloj sigue avanzando, la arena no deja de caer… y el mundo sigue sin ver quién realmente eres.
Post escrito por David Cru, director del Instituto Europeo de Coaching y coach ejecutivo y personal.