La motivación de los trabajadores como garantía de éxito
por Ferran Badal
Hace días que me planteo si las empresas tienen en sí cerebro, conciencia, o voluntad propia… Puede que dicho así parezca una cuestión absurda, pero si nos lo miramos bien, veremos como la realidad no siempre está tan lejos de la ficción.
Vivimos en una época de incertidumbre económica y política. Los recortes constantes afectan a sectores como la administración, la sanidad y la enseñanza, pero también a las empresas. La pérdida de seguridad personal, de la autoconfianza en uno mismo, y de la incertidumbre sobre lo que pasará en el futuro, nos llegan cada día en formato de noticias, hechos, desgracias ajenas, y personales. Todo esto nos provoca ansiedad y falta de atención en nuestro entorno. Dejamos de disfrutar el día a día y quedamos atrapados en un bucle que nos hace perder las ilusiones, los sueños, y la motivación.
Con todo ello, nos encontramos en un mercado empresarial que lucha por la supervivencia, que pide cada vez más por menos, y que ahogado por el cierre del grifo bancario, focaliza sus esfuerzos en la producción y la venta dejando de lado su equilibrio global: se exige más al trabajador, se reduce la plantilla y se requieren más resultados gestionando el día a día mediante la improvisación.
Es precisamente en este punto donde me atrevo a decir que las empresas han acabado por actuar como un ser vivo. Han caído en una profunda depresión quedando atrapadas en un círculo vicioso que les ha hecho perder de vista los sueños iniciales que las crearon. Y han dejado en el olvido la visión de futuro, y la motivación de su personal.
No sé si la primera depresión emocional fue la humana o la empresarial, pero el caso es que el ser humano necesita en la actualidad una dosis extra de motivación. Necesita aquel sentimiento de pertenencia que en algún momento de su vida profesional encontró. Necesita evolucionar y crecer junto al negocio, y necesita estar libre de cargas psicológicas para recuperar la creatividad y el buen saber hacer.
Aquella empresa que se quede cegada (y estancada) por la situación actual perderá el mundo de vista y estará condenada al fracaso. Las empresas están en la actualidad forzadas a un cambio de mentalidad, a detenerse para meditar, y a recuperar su valor más importante: el capital humano.
Toma de conciencia, mentalidad abierta, objetivos y motivación. Son las claves del éxito. Sólo de este modo se recuperará el espíritu emprendedor, la implicación, y el compromiso. Siempre me ha gustado aquella historia de la implicación de la gallina frente al compromiso del cerdo en un plato de huevos fritos y bacon. Pero esa sería otra historia…
Ahora toca trabajar nuevamente los propósitos, focalizar las intenciones, y poner fechas a los nuevos objetivos dándonos, si es necesario, una nueva oportunidad cada día. Como propone una cita oriental, «lo más importante no es llegar al final del camino, sino saborear cada paso que realizamos durante el mismo ». Sólo cuando nosotros cambiemos lo hará nuestro entorno, pero el primer paso deberá consistir en asumir la toma de conciencia y recuperar la motivación.
Ferran Badal
Máster ADE – Coach Experto